Pesa un metal
caricia en mí.
El cómo de
recuerdos que pulen las orillas de lo que acontece,
palidez arenosa
reabsorbe y oxida
se traga a sí
misma por los poros de desidia
escupe unas
cuantas piedras salinas
de memoria
temblorosa.
Pesa un metal
caricia en mí.
El dónde de
grutas que resguardan el reflejo del agua en clara inocencia,
estalactitas despreciadas
por el sustrato del sol
que templa más allá el
piélago de moléculas de ensueño
fosilizando al
tiempo
dilatando el
espacio.
Buenas noches, aqui pasando a dejar un simple saludo y me encuentro con una preciosa isla semántica.
ResponderEliminarUn piélago de ensueños que fosilizan el tiempo, que dilatan el espacio... eso es caricia, profunda.
Que tenga un gran año señorita Julia.
Saludos.
La vida es una gruta en la que nos escondemos con miedo...
ResponderEliminarHasta que luego nos percatamos que todo ya está pasando.
Saludos,
J.