martes, 30 de diciembre de 2014

Desencuentro

Se me desdibuja tu anatomía a medida que la mía se transita, se me desgrava la ligereza de tu voz cuando mis cuerdas te llaman. Solo te insinúas, hasta lo abstracto, donde te escapás por las grietas cada vez mayores que van turbando la dimensión que antes habitaste.
Mientras tanto, estoy rogando que me aturdas con una canción de luna imponente y oprimas mis preguntas ensordecidas.
Te escribo palabras hilvanadas por el viento, me aferro a creer que sos vida en destierro de su cuerpo, y le encomiendo al silencio tu nombre.
Si, tu nombre, que al invocarlo se enciende y en mi lengua de lágrima salada, de ceniza se vuelve. Tu nombre, que en mi boca seca y enmudece. Tu nombre, velado hasta lo eterno, y amoldado acá en residuos del descarte de lo que ya no sos.
Y en defecto, te volvés invisible.
Y  te escurrís en palabra hueca y enajenada, porque solo hay vacío que no atravesás para responderme. Más es la idea empedernida la que te resucita de la niebla.
Fantasma inconcluso con atuendo de vida. Cuerpo sin forma ni sustancia armado de memorias indigestivas.
Es esta resignación a la vacuidad lo que se vuelve algo enfermizo, pero no es tu culpa si tan impotente te imagino.
Más es tu presencia mítica chispa vital, lo sienten todas mis versiones, quienes van a quedar para siempre incompletas si en algún momento no resurges de lo etéreo.
Por favor.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Rayuela, al fin terminado.

Ayer finalicé después de un año de idas y vueltas "Rayuela", la reconocidísima obra surrealista de Julio Cortázar.
Debo decir que la novela me desilusionó desde el comienzo, ya con la aparición de todos esos nombres, frases en francés e inglés y alusiones a demasiadas celebridades (mayormente músicos de jazz), supone para su comprensión a un lector modelo con una competencia cultural bastante alta.
Los bohemios personajes no hacen demasiado, no me quedó muy en claro cuáles son las ideas que quieren transmitir, todo declina de manera abstracta. Particularmente la voz de Horacio parece ser un discurso de palabras sueltas que dejan a su paso ideas deshilvanadas e inconclusas. Lo cual me saco un poco de las casillas, porque como a cualquier lector, no me quedo duda de que este personaje es un intelectual que se ubica en estratos culturales altos y por ende maneja un léxico amplio, entonces, me hubiera gustado que sepa expresarse de manera aprehensible, hasta su monólogo interior parece ser un delirio, un enigma complejo.
La novela todo el tiempo deja entrever el ego del escritor, cuyo propósito fue escribir una obra que rompa con todos los moldes, y guste o no la manera en la que lo hizo, no se puede negar que lo logró, aunque el resultado sea demasiado extravagante para mi gusto.
También me quede con la sensación de que fue un poco críptico, es decir, escribió para el mismo y su entendimiento, porque esas combinaciones semánticas rebuscadas seguramente quieren decir algo concreto, pero ¿cómo saberlo? Parece que hay mensajes que fueron elaborados solo para el autor, a los cuales el lector no tendrá acceso, y eso, desconcierta.
Por lo tanto, no me atrapó. Tuve que esforzarme por terminarla, siempre con la esperanza de que haya un giro y el narrador tenga un poco de compasión por mí. Sin embargo no es una novela que desecharía porque tiene frases muy poéticas y profundas, y hay capítulos puntuales que me gustaron mucho, que si bien le son funcionales a la historia, leyéndolos de manera individual también hubieran tenido sentido.
Quiero dejar en claro que no pongo en cuestionamiento el genio de Cortázar, simplemente estoy explicando a grandes rasgos los motivos por los cuales no me gustó una novela que todos mis conocidos alaban, seguramente porque ignoraron o interpretaron a gusto aquellos espacios indescifrables, tuvieron capacidad necesaria o no lo sé.
En conclusión, haber leído Rayuela ha sido una experiencia un poco aburrida y tediosa que me pareció interminable, por lo cual espero que algo haya quedado en mi subconsciente. 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Vuelo de h

Sueñan los pájaros ordinarios,
que vuelan alto y profundo
y haciendo ensayos entre migas de pan,
algún día el aire se los lleva lejos.

Sueñan los hombres desplumados
tras rejas de cartón,
que algún día el impulso del fuerte deseo
los elevará hacia la más azul libertad.

Sueñan los dueños de un desenfrenado corazón
con vuelos errantes en rutas en blanco.
Con la ilusión y el encanto de sentir el mundo infinito,
y conquistar astros en cada espacio.

Hasta entonces solo vi miradas elevadas hacia el cielo,
brazos extendidos dibujando abstractas piruetas con los dedos.
Proyección con los pies sobre la tierra.
Conclusión del anhelo con los ojos cerrados.

domingo, 19 de enero de 2014

Sensación

Tu mano en mi mano,
mi boca en tu boca.
Mi nave va a sentirse a gusto
si estaciona sobre tu piel.
En tu lienzo voy a dibujar esta historia,
para que cuando despiertes
sientas que fue real.
Voy a disfrazar cada hora,
cada lugar,
A escribir cada diálogo,
cada secreto en la intimidad.
Voy a actuar como tal,
y moldear lo hipotético
al tamaño de una justa verdad.
Para que dentro de tu planeta de incertidumbre
se vayan imprimiendo huellas y raíces
que evidencien lo que ocurre,
mientras vos dormís,
mientras yo te pienso.

Y vas a llegar,
porque creo en todo esto,
de principio a fin