Primero el árbol,
que se cuenta su historia
entre sus ramas y hojas.
Segundo el nene,
que estornuda y se dice “salud”
en el silencio.
Tercero el libro,
cuyas páginas son giradas
por una sola mano.
Cuarto el viejo,
que le cuenta ayeres
al Aloe vera.
Las sol-edades,
Cuarto el viejo,
que le cuenta ayeres
al Aloe vera.
Las sol-edades,
son una pequeña plaga
cercana y cotidiana.
Algunas veces, más que una plaga, la soledad es un remedio a muchos males... Más cuando se vive en una ciudad sobresaturada de mala voluntad.
ResponderEliminarNos leemos,
J.
A veces la soledad es necesaria para ver claro el camino.
ResponderEliminarBesos